El Pastel Imposible es una creación culinaria que desafía las expectativas y sorprende a todo aquel que lo prueba. Este postre icónico de la repostería mexicana combina dos texturas y sabores en un solo platillo: un suave flan y un esponjoso pastel de chocolate. Lo más asombroso es el efecto “mágico” que ocurre durante su cocción: ambos componentes se invierten en el molde, logrando un resultado visual y gustativo inesperado. Ideal para celebraciones o como una dulce indulgencia en cualquier momento, el Pastel Imposible es un favorito que no pasa desapercibido.
Además de ser un espectáculo para los sentidos, el Pastel Imposible tiene una curiosa mezcla de ingredientes que, aunque no lo parezca, también puede ofrecer ciertos beneficios nutricionales. Ingredientes como los huevos, la leche y el cacao, en combinación, brindan proteínas, calcio y antioxidantes, lo que hace de este postre un capricho que, con moderación, puede tener más que ofrecer que solo una explosión de dulzura.
Historia del Pastel Imposible
El Pastel Imposible tiene sus raíces en la creatividad y el ingenio de la repostería mexicana contemporánea. Aunque no tiene una historia tan antigua como otros postres tradicionales, su popularidad ha crecido rápidamente, especialmente en los últimos años. Este pastel, también conocido como “Chocoflan”, se originó a partir de la combinación de dos recetas clásicas: el flan y el pastel de chocolate. Sin embargo, lo que lo hace “imposible” no es solo la unión de estos dos dulces, sino el sorprendente proceso en el que ambos componentes se separan y cambian de lugar durante el horneado.
Se cree que su invención fue impulsada por la búsqueda de algo innovador en la cocina, un postre que pudiera impresionar tanto visual como gustativamente. Desde entonces, el Pastel Imposible ha conquistado mesas en todo México y más allá, convirtiéndose en un imprescindible en las reuniones familiares, fiestas y ocasiones especiales. Su atractivo visual, junto con su delicioso sabor, lo han posicionado como un postre para compartir y disfrutar en compañía.
Ingredientes
Para el caramelo
1 taza de azúcar
Para el flan
1 lata de leche condensada (397 g)
1 lata de leche evaporada (354 ml)
4 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el pastel de chocolate
1 taza de harina de trigo
1/4 taza de cocoa en polvo sin azúcar
1 taza de azúcar
1/2 taza de leche
1/4 taza de aceite vegetal
1 cucharadita de polvo para hornear
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/4 cucharadita de sal
1 huevo
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
1/2 taza de agua caliente
Utensilios
Molde para pastel de 22 cm de diámetro (aproximadamente)
Batidora o licuadora
Olla grande para el baño maría
Modo de Preparación
- Calienta el azúcar en una cacerola a fuego medio, moviendo constantemente hasta que se derrita y se forme un caramelo, mover constantemente para que no se queme.
- Agregar el caramelo inmediatamente en el fondo del molde, cubriendo toda la base. Deja enfriar para que se endurezca.
- Mezcla los ingredientes del flan: En una licuadora, agrega la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y la vainilla. Licúa o bate hasta obtener una mezcla homogénea.
- La mezcla de flan la agregamos sobre el caramelo endurecido en el molde.
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- En un tazón grande, con la ayuda de un colador vamos a verter la harina, la cocoa, el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio y la sal, para que todo quede sin grumos y quede finos los ingredientes.
- En otro tazón, bate el azúcar con el huevo, la leche, el aceite y la vainilla hasta que estén bien combinados.
- Verter la mezcla de ingredientes secos a los húmedos, batiendo a baja velocidad. Añade el agua caliente poco a poco, batiendo hasta obtener una masa suave y homogénea.
- Con la ayuda de una cuchara, verter sobre la cuchara, la masa de pastel suavemente sobre la mezcla de flan en el molde.
- Prepara el baño maría: Coloca el molde dentro de una olla grande o bandeja profunda. Llena la olla con agua caliente hasta que llegue a la mitad del molde, teniendo cuidado de que no entre agua en la mezcla.
- Hornea por aproximadamente 1 hora, o hasta que, al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
- Deja enfriar el Pastel Imposible en el molde a temperatura ambiente. Luego, refrigéralo durante al menos 4 horas (preferiblemente toda la noche).
- Pasa un cuchillo alrededor de los bordes para despegar el Pastel Imposible. Coloca un plato grande sobre el molde y voltea con cuidado. ¡Listo, buen provecho!
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Beneficios Nutricionales del Pastel Imposible
Aunque el Pastel Imposible es un postre indulgente, algunos de sus ingredientes ofrecen ciertos beneficios nutricionales que vale la pena destacar. Los huevos, presentes tanto en el flan como en el pastel, son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, además de aportar vitaminas como la B12, esencial para la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso. También son ricos en minerales como el selenio, que tiene propiedades antioxidantes.
Por otro lado, la leche utilizada en el flan aporta calcio, un mineral fundamental para la salud ósea y dental, además de ser una buena fuente de vitamina D, que ayuda en la absorción de dicho calcio. A su vez, el cacao presente en la parte del pastel de chocolate contiene flavonoides, antioxidantes que contribuyen a la salud cardiovascular al mejorar la circulación sanguínea y reducir la inflamación.
Si bien el Pastel Imposible no es un platillo bajo en calorías, su contenido en proteínas, calcio y antioxidantes hace que pueda ser disfrutado con moderación dentro de una dieta equilibrada. Para quienes buscan una opción un poco más saludable, se pueden hacer ajustes como el uso de chocolate amargo con mayor porcentaje de cacao o edulcorantes naturales, manteniendo así el sabor sin comprometer tanto el valor nutricional.
Conclusión
El Pastel Imposible no solo es una maravilla culinaria por su sorprendente inversión de capas durante la cocción, sino también por su capacidad de combinar dos de los postres más amados en México: el flan y el pastel de chocolate. Su historia relativamente reciente no le ha impedido consolidarse como un clásico de la repostería, cautivando a quienes disfrutan de lo visual y lo delicioso en la cocina. Además, aunque es un postre indulgente, contiene ingredientes que aportan proteínas, calcio y antioxidantes, lo que lo convierte en una opción dulce que, con equilibrio, puede disfrutarse sin culpa.
A pesar de su nombre, hacer un Pastel Imposible es totalmente posible y mucho más fácil de lo que parece. No solo sorprende por su proceso mágico durante el horneado, sino también por el placer que brinda al paladar. Ya sea para una ocasión especial o simplemente para consentirse, este postre promete siempre deleitar a todos los comensales.
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